Es un trabajo exterior-interior. Trabajo que engloba toda una filosofía y toda una lucha por encontrar un equilibrio entre la dualidad positivo-negativa. Es ir deshaciendo esta complicada madeja que es la mente para ir desgranando poco a poco alguna verdad que me trae un rayito de luz.
Centramiento. Obra de: "Rosa Mª Gallego" |
Es un trabajo exterior-interior. Trabajo que engloba toda una filosofía y toda una lucha por encontrar un equilibrio entre la dualidad positivo-negativa. Es ir deshaciendo esta complicada madeja que es la mente para ir desgranando poco a poco alguna verdad que me trae un rayito de luz.
Es
observar tanto dentro como fuera y aprender de todo lo que se pueda; también de
las fases más grises y oscuras –que aunque son desagradables y poco bonitas-
son buenas maestras que pueden levantar los
velos de la ilusión, ignorancia o hacernos invocar a la luz, para que
nos asista y vaya moldeándonos -haciéndonos
poco a poco más luminosos.
Es crear obras de arte que conecten con nuestra alma y puedan nutrirla, como lo hace la poesía.
Es crear obras de arte que conecten con nuestra alma y puedan nutrirla, como lo hace la poesía.
Recuerdo
que cuando decidí dedicarme al arte de una forma más profesional, al mismo tiempo
encontré una persona que, mientras me daba unas clases de pintura a la aguada -tipo zen-, con su
sabiduría supo mostrarme el arte como un camino espiritual. Me habló de Antonio Blay, Sri Aurobindo y Mirra Alfassa ("Madre"). Fue entonces cuando poco
a poco, mi pintura se fue convirtiendo en un arte visionario del mundo
interior; aunque quizás ya había una predisposición natural, porque siempre me han gustado pintores singulares como Gustave Moreau, Blake, Frida Kahlo, Georges Rouault, Rossetti y Burne-Jones, entre otros.
Cuando
finalicé mi primera exposición como pintora, me pregunté a mi misma que camino
quería seguir y tras una reflexión
escuché en mi interior que me gustaría que
las obras pudieran transmitir energía y belleza. Fue entonces cuando
empecé a contemplar el arte desde la perspectiva de irradiar energía.
Años más tarde pude comprobar que había más pintores que compartían esa idea. www.energyart.es
Siempre
he admirado las obras del renacimiento y del gótico, no sólo por la buena
técnica con las que fueron realizadas, sino también por la energía que
desprenden, es una mezcla de belleza y amor que se siente no sólo con la vista
sino con el corazón. Es esta energía la
que busco en mi creación, para poderla transmitir en mi obra. Lejos estoy de la
maestría que poseían los maestros del
renacimiento, además poseían una excelente técnica, pero me sirve de fuente de
inspiración. El amor es el principal ingrediente de la belleza.
Creo que es importante para el artista ser receptivo.
La receptividad coloca al artista en posición de recibir la ayuda de una inspiración luminosa.
Podría
decir que mi obra procura asentarse sobre tres pilares: espiritualidad,
sanación y energía.