viernes, 29 de noviembre de 2013

Imagen y meditación



Meditación : creando   un  mundo  de  amor.
Obra de: "Rosa Mª Gallego"


Se puede hacer meditación con la ayuda de un texto, una imagen o música.

Aquí nos centraremos en la imagen.  Esta nos ofrece  el significado y la energía  de lo que representa. Nos invita al recogimiento con nosotros mismos, al silencio y a la contemplación. Nos lleva a interiorizarnos, a sosegarnos y ser más receptivos. Crea un espacio en nuestro interior donde puede producirse una “observación neutra”.

A la hora de elegir una imagen, tendremos en cuenta aquellas que nos produzcan un efecto positivo en nuestro interior, que tengan algún significado, que las sintamos desde dentro: pueden ser fotografías de paisajes, iconos, budas, cuadros de arte…. cada cual según sus creencias y gustos personales, lo importante es sentirse a gusto con lo que la imagen nos transmite y el valor que esta tenga para nosotros.

La meditación puede realizarse por el puro hecho de observar una imagen o también por el hecho de crearla, mientras se realiza.

En las sesiones de meditación los estados internos pueden ser varios: en unas gozaremos de paz, en otras simplemente lo único que podremos hacer es ver todo el desbarajuste mental y emocional interior de aquel momento (miedos, stress, rencor…), escuchar  el diálogo interior de la mente...  pero lo importante es permanecer puramente como un observador –sin emitir juicios de valor-. Verlo todo con cierto distanciamiento nos ayudará a desapegarnos de la situación, aunque al principio sea por pocos minutos no importa,  con el tiempo este estado, esta forma de observar impersonal irá arraigando en nosotros y nos proporcionará más estabilidad y objetividad en nuestras vidas.

Este tipo de observación es de suma importancia, para que todo aquello que tenga que ser sanado, trascendido o cambiado, pueda realizarse. También evitará la propia culpabilización o la de otros, que de nada sirve, tan solo para mortificarnos o criticar a otros. Los juicios de valor dictan nuestras acciones. Muchas veces están anclados en el pasado e interfieren en nuestro presente, contaminando nuestras respuestas a nuevas situaciones, haciendo que estas sean condicionadas.

Con la pura “observación neutra”, poco a poco viviremos los acontecimientos diarios sin anclarlos en el pasado y encontraremos la mejor respuesta a los estímulos que nos ofrece la vida. Tendremos una visión más panorámica, menos personal de las nuevas situaciones, las respuestas no estarán condicionadas por acontecimientos  del pasado.

Por el solo hecho de ir saliendo de antiguos  hábitos,  ya sentiremos un alivio. Nos sentiremos más libres para elegir la mejor respuesta al exterior y también nuestras relaciones mejorarán,  porqué aumentará nuestra empatía, dejaremos la crítica a un lado y en su lugar aumentará nuestra comprensión y asertividad.

Si además de practicar la meditación, procuramos aplicar a nuestra vida diaria “Los cuatro acuerdos” que nos comenta el Dr. Miguel Ruíz, en su libro con el mismo nombre,  la armonía podrá entrar en nuestras vidas. Paso a enumerarlos:

1.       Sé impecable con tus palabras

2.       No te tomes nada personalmente

3.       No hagas suposiciones

4.       Haz siempre lo máximo que puedas
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario