jueves, 29 de mayo de 2014

El arte y la belleza: reflexión




Parece ser que sobre el tema de la belleza cada persona tiene unos parámetros personales. Lo que es bonito para unos, para otros no lo es. Así es que no encontraremos una respuesta unánime. Sin embargo si hablamos de moda, sí hallaremos más fácilmente clasificaciones y adeptos para cada una. Aunque aquí podríamos preguntarnos: ¿por qué seguimos una moda?, ¿por qué se lleva o por qué nos gusta? Estas cuestiones trasladadas al arte, ya hace tiempo que me han hecho reflexionar.

La belleza no es sinónimo de perfección. Una cosa o una imagen pueden ser bellas sin poseerla. Desde mi punto de vista, totalmente subjetivo claro está, la belleza es un tipo de energía que irradia a través de una forma. Es algo que se capta sensorialmente, que deleita nuestros sentidos, que nos exalta de alguna forma y causa una resonancia positiva en nuestra alma, dejándonos con una sensación de plenitud.
 
En la actualidad el artista goza de total libertad: temática, técnica, estilo… no tiene ataduras que le ciñan a unas determinadas normas, como antaño. Así es que no tiene límites. El arte desde ya hace algún tiempo engloba diferentes vertientes:  realista, visionario,  protesta,  abstracto, figurativo, matérico, expresionista…. Y aun así parece que poco a poco se va alejando de la belleza, genéricamente hablando -pues hay también muchas excepciones- para centrarse puramente en la forma. Quizás falta conjugar una forma estética con  un fondo energético positivo, que podría devolvernos de nuevo a ver más belleza en el arte.  Este no deja de ser un reflejo de una sociedad y la nuestra mayoritariamente es bastante materialista, debido a que hasta la fecha ha imperado un exagerado consumismo, que quizás ahora con la crisis se irá transformando por pura necesidad. Se tendría que encontrar una economía más ecológica y ecuánime, donde no sólo se tenga en cuenta la explotación para las ganancias pecuniarias -que ha ocasionado tanta devastación, sino que también debería valorar  otros aspectos más humanos.

Creo que la verdadera belleza no necesita de filosofías, ni teorías para gozarla, sencillamente nos llega y  nos llena interiormente, con su irradiación. Nos  atrae hacia su campo magnético y participamos de su vibración. Eleva nuestro estado anímico. Puede presentarse desde cualquier estilo, sólo hace falta estar dispuestos a encontrarla y  tener la paciencia necesaria para saber esperar  y poder expresarla. Dependerá del grado de sensibilidad personal  de cada uno poder apreciarla, con mayor o menor intensidad.


¿Por qué no intentar atraer más belleza y estética para nuestras obras? Originariamente la belleza iba de la mano del arte, pero un día poco a poco  empezaron a distanciarse.



No hay comentarios:

Publicar un comentario